Las baterías actuales
Fue en 1980 cuando se inventaron las baterías no extraíbles de litio, con la finalidad de dar resistencia ante elementos externos como lo son el agua o el polvo y para tener más espacio en el interior del móvi, dotándolo de un diseño más ligero y fino. El litio con el que funcionan las baterías, les otorga una elevada capacidad energética y mayor ligereza, lo que facilita su uso en variados dispositivos electrónicos. Sin embargo, este elemento no aguanta bien las temperaturas ya que si llega a sobrecargarse puede explotar. Además, su fabricación requiere de procesos altamente contaminantes y socialmente problemáticos.
Ventajas de las baterías de grafeno.
Estos últimos años hemos escuchado mucho sobre el grafeno y el cambio que supone para el mundo de la tecnología móvil. Entre los cambios que promete, se encuentra el de crear baterías ligeras, flexibles y finas que puedan almacenar energía renovable. Además, una batería de grafeno, podría recargarse en tan solo 8 minutos, tendría el doble de vida útil que una de litio y sería más económica de fabricar. Lo ligero de una batería de grafeno, supondría dispositivos livianos y más pequeños, con mayor capacidad de almacenaje. También, al ser resistentes al agua y otros elementos, no se degradaría y tendría una vida de más de 30 mil ciclos de carga completa (una duración de carga veinte veces mayor que las baterías de litio).
Aunque con poca innovación comercial respecto a estas baterías, las últimas investigaciones están dando frutos y es posible que en este año veamos desfilar smartphones con baterías de grafeno. Alguna filtraciones afirman que Samsung será el primero.
Estaremos muy emocionados de escribirles más al respecto cuando esto suceda.