Desechos electrónicos y cultura de consumo
Los desechos electrónicos son aquellos dispositivos alimentados por energía eléctrica cuya vida útil ha culminado. Y, ¿Qué es la vida útil? Es el tiempo de utilidad que una fábrica le da a su producto. En las siguientes líneas seguiremos con la tónica tecnológica de este blog de FIX IT: te hablaremos sobre cómo la tecnología ha ido cambiando con el correr de los años.
Desechos electrónicos y obsolescencia programada
Cuando ha caducado el periodo de vida útil de tu producto, este se volverá obsoleto. Inútil. ¡Será un residuo tecnológico! A esto se le conoce como obsolescencia programada. Su propósito es obligar al consumidor a adquirir un producto nuevo, igual o similar.
¡Claro, antes de adquirir uno nuevo, checa que todo sea reparable! Si se trata de tu batería, te dejamos estos tips para su cuidado.
La mayoría de los productos están “programados para morir“. Y, cuando esto sucede, podría resultarte más económico adquirir uno nuevo que reparar el que ya posees.
La obsolescencia programada asegura una gran demanda, beneficiando a las empresas con una continua oferta. Esto influye, de gran manera, en el desarrollo de la cultura del consumo la cual ha ido evolucionando de la mano con nuestro sistema económico.
¿Cómo la cultura del consumo genera desechos electrónicos?
En el momento en que las sociedades capitalistas desarrolladas cubren sus necesidades fundamentales, el mercado se convierte en un lugar de seducción. Los consumidores no sólo deben ser abastecidos con bienes necesarios, sino seducidos para comprar productos prescindibles para su uso diario.
¡Cada vez se consumen más y más aparatos! Y, por ende, se sustituyen con mayor celeridad por otros nuevos.
Si decimos que un celular móvil, por ejemplo, contiene entre 500 a 1000 compuestos diferentes, entre los cuales se encuentran desechos tóxicos como: el mercurio -que produce daños al cerebro y el sistema nervioso-; el plomo, que tiene efectos perjudiciales en el cerebro, así como en todo el sistema circulatorio. Además, el cadmio, que puede generar fallas en la reproducción, entre otras cosas. Y el cromo, que crea problemas en los riñones y los huesos. Y, en consecuencia, nos deshacemos de éste antes que su vida útil termine por conseguir la novedad, no estamos siendo conscientes del enorme coste ecológico que esto conlleva.
¡Entre desechos y chatarra electrónica!…..¿Qué piensas? ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestro medio ambiente?
Desgraciadamente, la gestión de la chatarra electrónica que se ajusta por completo a las leyes medioambientales de los países desarrollados aumenta los costes. Por este motivo, los procesos más contaminantes suelen trasladarse a los países en vías de desarrollo, pues carecen de dichas leyes. Allí, hombres y niños extraen cobre, aluminio y otros materiales —usando métodos nocivos para la salud y para el medio ambiente— que vuelven a embarcarse hacia las fábricas y refinerías de los países desarrollados.
Desechos electrónicos: ¿Y nosotros, qué podemos hacer para solucionarlo?
Antes que el consumidor, los fabricantes deben comenzar a desarrollar diseños ecológicos. Estos deben concebir el reciclado como parte de la vida de los dispositivos. Una solución así se decanta en un doble impacto positivo:
- 1) Recuperamos materiales que son cada vez más escasos y cuya obtención, a través de la minería, genera un alto impacto ambiental.
- 2) Reduce la contaminación.
Los expertos en reciclaje electrónico nos recomiendan heredar los aparatos que todavía funcionan. Otra opción es ofertarlos en el mercado de segunda mano. Cuando el producto ya no funciona y no hay posibilidad de ser utilizado por alguien más, se debe optar por el reciclaje.